domingo, 21 de septiembre de 2008

20. Rezo.


FUERZA.
YO SÉ QUE VOS PODÉS.

jueves, 18 de septiembre de 2008

19. Secreto.

Aunque en estos días no refleje nada, no hable, no haga nada; estoy cayendo.
Porque nunca vamos a volver a como estabamos antes; de mi parte por lo menos hacer indispensable aunque sea un mínimo '¿como estás?' para vos. Y de tu parte, no lo sé, nunca lo supe.
Me da bronca que hayamos hecho de nuestro tiempo algo tan corto.
Te extraño y estás a mi alcance, eso es lo que más rabia me dá.

martes, 16 de septiembre de 2008

18. 360°.

Dieciocho años de edad hace un mes y monedas.
Un lunar en la mejilla derecha, las uñas razgadas.
El celular sin batería.
Con ojeras, pero con ganas de ver alguna buena película esta noche.
Sin una muela de juicio, con el pelo aún corto.
Usando la misma remera de siempre, pero por supuesto, descalza.
Víctima de un paro escolar, con ganas de que no arruinen más mi futuro.
Y con el mismo pensamiento sobre vos, como siempre.

domingo, 14 de septiembre de 2008

17. Dialele.


Sin causa no hay efecto y sin efecto no hay causa.
CIRCULO VICIOSO DIRÍA YO.


viernes, 12 de septiembre de 2008

16. Argumentativa.


En días estúpida y netamente melancólicos -como hoy-, me pregunto qué sentiste cuando escribiste canciones como 'Mardy bum' ó '505'; si son en base a algo que te pasó o simplemente reflejaste algo que ves. No sé por qué le busco la vuelta, simplemente lo hizo. Alex Turner, malditamente desearía tener una buena charla con vos, aunque entre mi inglés y el nerviosismo que de seguro tendría, terminarías llamando a seguridad. Es que no puedo explicar la sensación de descripción que tengo con tu música. Cada tema tuyo es un momento de vida mío. Sos como la carta de rescate que aún conservo celosamente, cuando no se cumplen espectativas, salgo corriendo a vos. Porque más allá de todo, sos tan adolescente -o más- que yo; y me mostras que en cualquier lugar del puto mundo, sólo con mínimas diferencias, todo es igual: los mismos problemas, sentimentalismos, detalles. El realismo, la perspicacia, y especialmente tu sencillez, me hacen dar cuenta que no estoy tan loca: al fin apareció alguien para gritar mis ideas, alguien que no me conoce, pero que me entiende. Por supuesto, amo que recontra mastiques las ideas antes de largarlas, porque yo soy igual. No puedo no gritar, no puedo no pedirte que vuelvas, volvé rápido Alex. Gracias por demostrarme que no estoy tan loca después de todo, te debo tanto, maldito seas Turner♥.
Well now then Mardy Bum,
oh, I'm in trouble again, aren't I?
I thought as much.
'Cause you turned over there,
pulling that silent disappointment face,
The one that I can't bear.

jueves, 11 de septiembre de 2008

15. Paz.

No corresponde la osadía de decirlo pero
no te vayas nunca otra vez,
ni medio día, ni cinco minutos.
Ya te perdí -no literalmente hablando-
y no quiero no saber de vos.
En verdad, no corresponde absolutamente nada;
pero me interesa que pienses que nadie se preocupa por vos,
porque yo te garantizo que no es así.

14. Humor.

Tengo un problema grande. No puede ser que si no asomás tus narices, yo me desmotive; no tenga ganas de salir, de pensar, de hablar, de nada; tenga mal humor, no me importe nada de nadie y me quiera atrincherar (en el mejor de los casos no suicidas). Al punto de olvidar que tenía que subir mi curriculum a una página. Esto es increíble. Qué poder de dominación.

13. Plan de vida.


No es algo que pueda entender que un adolescente, que siempre pide y todo quiere, no pueda elegir qué hacer de su vida. No comprendo cómo alguien no puede saber qué le gusta, no estoy hablando de levantarse con una idea de carrera en la cabeza, sino de no saber de qué disfrutás, que te apasiona. Vamos, somos jóvenes, vivimos en una nube en un 70% de nuestro tiempo, pero esto me resulta personalmente inaudito, todo lo que hagamos ahora, consecuentemente se va a notar en un futuro; estás en el auge de tu vida, que tenés todo un mundo por delante.. tiene que haber algo, ALGO, lo que sea, tal vez lo tuyo no es estar de traje financiando empresas ni firmando documentos, tal vez sea la música o alguna rama artística, tal vez un oficio que te brinde satisfacción... No lo sé, pero me incomoda muchísimo que al no saber, se deje así y no se haga nada por la propia vida. No me molestaría si se arruinaran solamente su vida (¿qué tan egoísta puedo ser?, demasiado), pero forman parte de la sociedad y no es justo que aquellos que tenemos ideales y sueños por cumplir, tengamos que poner nuestra disposición, lealtad, al servicio de estas personas que si ni siquiera se conocen, ¿cómo pueden llegar a elegir a sus representantes? por ejemplo.
Esto es una gran duda que tengo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

12.Felicidades.

Comenzar otra vez de lo absurdo a lo incierto.
Y mil voces te piden volver.
Hay tantas cosas que quedan por hacer.

Para ser feliz sólo debes entender
que eres parte del dolor.

Todo el tiempo que perdí
maldiciendo las horas,
cada cosa quiere ser en su ser
y hay tantas cosas que nos quedan por hacer.

Para ser feliz sólo debes entender
que eres parte del dolor.

Y cuando despertamos tristes
sólo debes entender que el remedio es el amor.

Cuánto hay de cambio en un día
y cuánto de amor.

martes, 9 de septiembre de 2008

11. Boca arriba.




¿Por cuánto tiempo más podría continuar corriendo? Cualquier persona normal hubiese caído desmayada al llegar a la ciudad. Pero él no; él no era especial, pero la desesperación de saber que eran sus últimas horas de vida, lo aceleraban. Ya no importaba nada: adiós a sus sueños, a su trabajo, a su amor... a su corta vida. En lugares como estos no se podía hacer sólo una cosa: hablar; y ese fue su gran error. La gran familia se encontraba tras él, y traían consigo la sed de venganza.

Llegando a la muralla de entrada a la ciudad, robó una bicicleta de un vendedor ambulante y pedaleó hasta las calles que se cruzaban entre la maraña de vendedores. La noche terminaba de caer en Florencia; las luces altas de decenas de autos negros, largos y estilizados, mostraban a través de los oscuros vidrios los contornos de los grandes y obesos jefes. El clima se ponía tenso, el aire aumentaba su densidad a medida que el cuerpo de Víctor nos resistía el cansancio. Y caía. Sumido en sus pensamientos, asumía que ya no iba a tener ese rostro, por el cual dejó todo, entre sus manos otra vez. Ni que el sabor de una victoria nueva se roce por su garganta. La moneda estaba echada: los grandes señores con sus poderosos bastones señalaban su silueta.

Amarrada, por uno de ellos que esbozaba una gran sonrisa, estaba ella; la hermosa dama, el premio. ¿Qué iba a saber Víctor sobre el pasado de esa mujer? O peor aún, sobre el presente de la enigmática doncella. Hay amores que matan, y no era algo literal -ni evitable- para Víctor.

Pero la inteligencia humana combinada con un matiz justo de maldad, hace cambiar los rumbos naturales establecidos. Víctor sintió que todo transcurría en cámara lenta: el captor arrojó al suelo bruscamente a la dama, que se lastimó las manos hasta el punto de sangrar, como atestiguaba el empedrado. Ella se arrodillaba mientras miles de lágrimas se asomaban en sus tan suaves y esculturales mejillas. Víctor estaba perplejo, y no podía siquiera emitir sonido alguno ahora, que ella estaba postrada en el suelo mientras que una sola mortal herida de bala hacía florecer su brillante sangre. Así, se marcharon los hombres; con grandes sonrisas y el gesto victorioso por el trabajo perfecto: el estorbo que la mujer podía suponer, reposaba en plena calle y mirando el cielo sin mirar, y Víctor...¿Quién sabe de Víctor ahora?

martes, 2 de septiembre de 2008

10. Lotería.

Me quedé dormida vestida como estaba, con el celular en una mano y un pedazo de corazón en la otra. No sé qué soñé, y me costó reaccionar cuando desperté. Me acordaba que cumpliste lo prometido, y era feliz, aunque se siente un poco vacío el que no me hayan dado tiempo con vos. Es enfermo y posiblemente, mal interpretado. Necesito ir matando la necesidad de que me hables así; tengo que desconvencer a mi cabeza de que esta sensación es esencial para mi felicidad. Tengo que lograr digerir que, al final, no notás lo que hago por vos. Tengo que admitir que me pongo feliz con algo superficial, porque en verdad siento que no me querés cerca. Debo confesar que estoy confesando cada vez más al hablarte. Y no me da miedo. También es extraño que cumplieras esas promesas que sonaban tan vacías y se colgaban en el aire. No quiero reeler esto, porque sé en mi mente que se contradice, pero así me siento, como una contradicción, un gran signo de pregunta que necesita ayuda, una ayuda específica: la tuya. ¿Pido mucho, o me conformo con poco? No voy a poder mantener vivo esa imagen tuya -hermosa, por supuesto- en mi subconciente: sería tan irreal que existiría en mi mente y nada más...¿Loca o cuerda? Nadie se salva de esto pero... no puedo desplegarme en el papel de estrella, porque... vos también fuiste el que me espera, el que me aguanta, el que muchas veces tuvo las palabras justas, los actos necesarios, y supo desprenderse de la timidez cuando quería alejarme llorando. Vos también pagaste por los platos rotos, entonces. El reloj matando al tiempo, y yo sospechando que tal vez no sospechás cuánto te ...amo. Me apesadumbra un poco decirlo, pero eso es porque no soy el cero a tu izquierda, no, ni nunca lo fuí y me trae confusa. Tiempo pasó, palabras pasaron, personas pasaron. Pero yo no pasé para vos, ni vos para mí. Soy una retardada repetitiva.
Voy a concluir otra semana, exactamente igual a la anterior, teniéndo mi mejor cara, viajando, volviendo, con la incertidumbre de cuándo será la próxima vez que esos ojos brillen para mí, pero no voy a hacer nada que aumente la lejanía.
Alguien que te avise, que me gané la lotería cuando te ví.