martes, 2 de septiembre de 2008

10. Lotería.

Me quedé dormida vestida como estaba, con el celular en una mano y un pedazo de corazón en la otra. No sé qué soñé, y me costó reaccionar cuando desperté. Me acordaba que cumpliste lo prometido, y era feliz, aunque se siente un poco vacío el que no me hayan dado tiempo con vos. Es enfermo y posiblemente, mal interpretado. Necesito ir matando la necesidad de que me hables así; tengo que desconvencer a mi cabeza de que esta sensación es esencial para mi felicidad. Tengo que lograr digerir que, al final, no notás lo que hago por vos. Tengo que admitir que me pongo feliz con algo superficial, porque en verdad siento que no me querés cerca. Debo confesar que estoy confesando cada vez más al hablarte. Y no me da miedo. También es extraño que cumplieras esas promesas que sonaban tan vacías y se colgaban en el aire. No quiero reeler esto, porque sé en mi mente que se contradice, pero así me siento, como una contradicción, un gran signo de pregunta que necesita ayuda, una ayuda específica: la tuya. ¿Pido mucho, o me conformo con poco? No voy a poder mantener vivo esa imagen tuya -hermosa, por supuesto- en mi subconciente: sería tan irreal que existiría en mi mente y nada más...¿Loca o cuerda? Nadie se salva de esto pero... no puedo desplegarme en el papel de estrella, porque... vos también fuiste el que me espera, el que me aguanta, el que muchas veces tuvo las palabras justas, los actos necesarios, y supo desprenderse de la timidez cuando quería alejarme llorando. Vos también pagaste por los platos rotos, entonces. El reloj matando al tiempo, y yo sospechando que tal vez no sospechás cuánto te ...amo. Me apesadumbra un poco decirlo, pero eso es porque no soy el cero a tu izquierda, no, ni nunca lo fuí y me trae confusa. Tiempo pasó, palabras pasaron, personas pasaron. Pero yo no pasé para vos, ni vos para mí. Soy una retardada repetitiva.
Voy a concluir otra semana, exactamente igual a la anterior, teniéndo mi mejor cara, viajando, volviendo, con la incertidumbre de cuándo será la próxima vez que esos ojos brillen para mí, pero no voy a hacer nada que aumente la lejanía.
Alguien que te avise, que me gané la lotería cuando te ví.

No hay comentarios: